Con la destitución la semana pasada del equipo de administración del hotel Trump, una era tumultuosa ha llegado a su fin para la torre más emblemática de la ciudad de Panamá.
El nombre de Trump era sinónimo del Océanoclub n torre desde el principio, pero los últimos años no han sido fáciles. Como presidente de la asociación de propietarios de condominios, estuve profundamente involucrado en 2015 cuando la asociación decidió romper los lazos con la gerencia de Trump, lo que resultó en reclamos y reconvenciones.
Las últimas dos semanas se convirtieron en una telenovela internacional, ya que los dueños de las unidades hoteleras se movieron para desalojar a la Organización Trump como gerentes del hotel. El equipo de propiedad dirigido por Orestes Fintiklis, el grupo que compró 202 de las unidades hoteleras el año pasado, poniendo fin al papel de los desarrolladores originales, acusó a los ejecutivos de Trump de mala gestión y se movió para rescindir el contrato.
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Ahora eso ha terminado. Los gerentes de Trump ya no están involucrados en el edificio, el nombre de Trump se eliminó del edificio y es hora de esperar lo que sigue para el edificio y los propietarios.
El primer paso será una nueva empresa de gestión, que casi con seguridad será una importante marca internacional. Los ejecutivos de Marriott International ya han estado en el lugar, según un informe reciente de los medios.
Un nuevo equipo de administración dará nueva vida al edificio. Es exactamente lo que necesita la torre. En muchos sentidos, el edificio nunca se ha comercializado ni desarrollado en todo su potencial.
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Una marca internacional líder traerá una red de conexiones para promocionar la propiedad de una manera que el grupo Trump nunca pudo. Cualquier compañía internacional importante traerá programas de lealtad, relaciones con operadores turísticos y una infraestructura mucho más grande que los Trump.
Los nuevos administradores también ayudarán a impulsar el tráfico de las áreas comerciales, que siempre ha sido un recurso poco aprovechado para el edificio. A lo largo de los años, ha sido difícil para los minoristas sobrevivir; un salto en la ocupación hotelera hará que las tiendas y los restaurantes sean más viables. También hay dos grandes espacios de restaurante en el edificio que nunca se han desarrollado, algo que los nuevos gerentes podrían ayudar a impulsar.
Hay muchas áreas en las que el Ocean Club apenas ha arañado la superficie de su potencial. Por ejemplo, la gente suele olvidar que el proyecto aún tiene la concesión para construir una marina.
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Si los nuevos gerentes son de Marriott, un puerto deportivo tiene mucho sentido. Ritz Carlton, una subsidiaria de Marriott, está construyendo un complejo eco-resort de lujo en las Islas de las Perlas, al que se puede llegar en ferry desde el muelle de Ocean Club. Ha habido una discusión sobre un transbordador de alta velocidad, que reduciría el tiempo de viaje a la isla a una hora.
Un puerto deportivo en Ocean Club sería una adición estratégica al sitio, solidificaría el vínculo con Pearl y encajaría muy bien con la creciente afluencia de la ciudad de Panamá entre la multitud de yates.
Todas estas mejoras tendrían un impacto directo en los condóminos, muchos de los cuales probablemente estén felices de ver el fin de la era Trump. Dos años después de que los dueños de los condominios terminaran la relación con la gerencia de Trump, las tarifas de los propietarios se redujeron y el mantenimiento del edificio mejoró drásticamente; es muy posible que veamos mejoras similares con un nuevo gerente de hotel.
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El final de la incertidumbre sobre el equipo de administración del hotel y la eliminación de la agitación sobre el nombre de Trump también pueden alentar a los inversores y compradores que han estado sentados al margen a hacer un movimiento. Este tipo de transición de gestión a menudo representa una oportunidad de compra, ya que los mejores gerentes implementan un cambio.
El final de la era Trump en el Ocean Club puede haber generado algunos titulares desafortunados, pero ahora es el momento de aprovechar el potencial del próximo capítulo en la historia del Ocean Club.
Duncan McGowan es presidente de Punta Pacífica Bienes Raíces y presidente del componente residencial de la Asociación de Propietarios de Ocean Club.
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